viernes, 20 de noviembre de 2009

Musa del Temporal

La luz antes del temporal es fresca, el medio día está en paz, en los tonos de la gente no hay odio, el calor ha pasado.

Los labios se me tiñen de una gran cascada gris y clara, tiemblan, no encuentran la palabra, reposan mudos en la cara que siente el aire y llora.
Todo lo que se posa de manera erguida brilla tan feliz su verde y sus aceites, que hasta el barro se auto revuelca entre el caucho de los autos, que mansos, van a almorzar. El ambiente a más de uno le saca una sonrisa bien descansada y es viernes, nadie corre, ninguno ladra, cualquiera puede disfrutar del estar. La armonía es una mujer piel de rocío, de andar suave y perfecto, un suspiro y luego sus dedos, acariciando los cabellos de un niño seco de mundo que vuelve a jugar. Anda por la brisa esta moza que no entiende porqué la miro sin hablar, porqué no como.
La existencia a menudo golpea lo que tiene a mano dañando a las musas hasta escribirlas, yo sigo tomando la rejilla de palabras y seco la mesada pulcra de mis días, que se agobian en el orden que no existe. Afuera el caos vuelve radiante tras los truenos a sus nichos de papel moneda porque se ha sentido en esta siesta, en las gotas gordas de una tormenta veraniega, en la madre tierra que no se olvida de mimarnos entre temporales tristes.
Alguien besa el suelo, otro retrazado, aprieta el acelerador por la misma calle y se detiene metros antes del hombre, abre la puerta, pisa el barro y se acerca, lo abraza y se olvida, siente la vida, como la luz antes del temporal, gris, fresca y verde.

1 comentario:

  1. millones de imagenes girando alrededor de esas palabras..remolino de vida.

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